TODO QUEDA EN FAMILIA


Padres e hijos, hermanos, primos y hasta sobrinos. Los casos de familiares en el deporte mundial no son pocos y han estado siempre presentes. Es la continuación del ADN, algo que llevan adentro, la herencia pero también la responsabilidad de estar a la altura de sus antecesores. Las comparaciones pueden resultar odiosas. Sino vean a Jordi Cruyff que creció bajo la sombra de su padre, el legendario Johann, símbolo de la Naranja Mecánica holandesa que brilló en el mundial de 1974 y en el Barcelona español. Luis Fabián Artime en cambio supo destacarse con luz propia en Belgrano de Córdoba e incluso una tribuna del rebautizado estadio Mario
Alberto Kempes lleva su nombre. El controvertido Emiliano Díaz intentó una carrera futbolística en River y San Lorenzo, pero a diferencia del gran riojano
no logró destacarse en el campo de juego. Su actuación como ayudante de campo de su padre le valieron varias críticas por un supuesto "amiguismo" con
jugadores como Osmar Ferreyra. El título conseguido a mediados de este año por el club de Nuñez acallaron las voces en contra. Los Maldini hicieron historia
en Francia 1998, con Cesare como entrenador y su hijo Paolo en el campo de juego. La aventura terminó en cuartos de final cuando fueron eliminados por los
locales. La Bruja y la Brujita de Estudiantes de La Plata, tal vez el único caso de padre e hijo levantando la Copa Libertadores de América en diferentes
épocas. Ronald Koeman y su hermano Erwin, Ermindo y Daniel Onega en el River de los sesenta.

En el tenis tenemos a las emblemáticas hermanas Williams. Venus y sobre todo Serena se han cansado de ganar títulos representando a los Estados Unidos.  Muhammed Alí no parecía en un principio del todo orgulloso de su hija Leila, una de las primeras campeonas del boxeo femenino. Con el tiempo aceptó las virtudes de su primogénita. Julio Cesár Chavez Jr combatió contra Maravilla Martínez en una de las peleas con mayor rating de los últimos tiempos. Su CV sin embargo es muy inferior al de su padre.

Es en el automovilismo donde las dinastías están realmente muy presentes. Graham y Damon Hill son el único caso de padre e hijo campeones en la Fórmula Uno. Los Villeneuve estuvieron cerca, pero la muerte sorprendió al gran Gilles en Zolder, Bélgica el 8 de mayo de 1982 tras un terrible accidente. Se iba así uno de los pilotos más carismáticos de todos los tiempos. En 1997 Jacques logró ganar el campeonato mundial homenajeando a su padre, irónicamente más popular pero sin nunca haber ganado el título del mundo. Juan Manuel Fangio Jr. sobrino del gran "Chueco" se destacó  en otras categorías. Tenemos el ejemplo de los
Di Palma, verdadera familia fierrera argentina. Hijos, sobrinos y nietos hicieron carrera pero ninguno pudo igualar al patriarca Luis Rubén. La lista a nivel internacional sigue: Michael y Ralph Schumacher, Nelson Piquet y Nelsinho. Sin embargo una familia muy difícil de superar son los Andretti. Comandados por el super Mario campeón de la Fórmula Uno en 1978, uno de los máximos animadores de Indianápolis y del Nascar norteamericano. Su hijo Michael tuvo un aceptable paso por la máxima categoría del automovilismo y Marco su nieto corre en la Fórmula E, una nueva competición de autos impulsados por energía eléctrica.

Los mellizos son más que  hermanos. Unidos por la misma fecha de nacimiento e idénticos rasgos algunos han hecho historia en el deporte. Los Van de Kerhof, Willy y Rene presentes en el mundial de Argentina 1978 y los Barros Schelotto, tal vez los últimos exponentes del potrero clásico local. Amados y odiados por igual.


Nos quedamos con dos grandes jugadores brasileños para cerrar este blog. Sócrates y Rai, hermanos paulistas de renombre internacional. El primero, doctor de profesión, ídolo del Corinthians deslumbró en el mundial de España 1982 integrando el Brasil más  vistoso de todos los tiempos. En la década del
80 con sus compañeros de equipo y en plena dictadura militar formó la democracia corintiana en la que los miembros del club decidían por consenso (
votando todos  por igual ) el futuro del club. Anarquía pura en el fútbol. Durante el mundial de México 86 es recordada su actuación ante Francia en cuartos de final en uno de los mejores partidos de todos los tiempos. Sócrates malogró su disparo en la definición por penales. Su hermano Raí fue campeón con el San Pablo de las Copas Libertadores 1992 ( ante Newell´s Old Boys ) y 1993. Alegría, buen juego, ideales y un recuerdo memorable para estos gigantes del deporte rey. La génetica siempre presente.


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