LOS POLITICOS Y EL DEPORTE

 

El deporte siempre ha sido utilizado con fines políticos. Aprovechándose  de su popularidad sirvió de nexo entre líderes y pueblo.

Como no recordar al Duce Benito Mussolini quien ingresó al vestuario del equipo italiano el 10 de Junio  de 1934 durante la final de la copa del mundo en Roma entre el local y Checoslovaquia. “Si ganan lo mejor para ustedes, pero si pierden…caput” fue la amenaza a los jugadores italianos. Dos años después durante la celebración de los Juegos Olímpicos en Berlín, Adolf Hitler intentó demostrar la supuesta teoría de la superioridad de la raza aria. Pero desde la tribuna observó como el norteamericano Jesse Owens humillaba a los atletas germanos. La leyenda urbana de la derrota nazi no fue del todo cierta ya que Alemania se impuso en el medallero general y el mismo Fuhrer se mostró satisfecho con el resultado. La cineasta Leni Riefenstahl dirigió el documental Olympia que mostraba la “grandeza del pueblo alemán”. Considerada una verdadera obra de arte por sus adelantos técnicos impensados para la época significó sin embargo una película de propaganda.

 

En la Argentina la relación entre deporte y política ha sido muy fuerte. Dejando de lado el mundial de 1978 tenemos otros casos bastante llamativos. Durante la presidencia de Alvear ( 1922-1928 ) el fútbol todavía en la era amateur ya constituía una pasión popular. El primer mandatario consciente de esto participaba con el puntapié inicial de varios encuentros. Juan Domingo Perón apoyó masivamente el deporte en nuestro país. Fue amigo del mono Gatica y durante sus primeras dos gestiones algunos deportistas alcanzaron la gloria. Es el caso del gran Juan Manuel Fangio, quíntuple campeón del mundo de fórmula Uno y los hermanos Gálvez. El basquetbol nacional consiguió ganar el mundial de 1950 frente a los Estados Unidos y en los Juegos de Londres en 1948 la Argentina consiguió tres medallas de oro, tres de plata y una de bronce. El deporte como política pública acercaba al carismático presidente con las masas populares. Pero no deja de extrañar la llamativa ausencia de nuestro país en los mundiales de 1950 y 1954, considerando el gran número de jugadores talentosos que aportaba la Argentina. Sin duda una oportunidad histórica perdida.

¿ De qué cuadro eran los presidentes argentinos? Nunca quedo claro si Perón simpatizaba con Racing o con Boca. Se sabe que Alfonsín era de Independiente como Menem de River, De la Rúa de Boca y Kirchner de Racing. Duhalde es de Banfield y Cristina Fernández de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Incluso su madre Ofelia Wilhem fue dirigente del Lobo platense.

Muchos dirigentes utilizaron el fútbol como trampolín para la política. Es el caso de Mauricio Macri con Boca emulando a Silvio Berlusconi con el Milán diez años antes. Lo mismo que el chileno Sebastián Piñera fanático y accionista del Colo-Colo. Hugo Moyano el sindicalista más poderoso de la Argentina y preside a Independiente  entre muchos. A todos ellos les ha ido bien y han cosechado varios triunfos. 

Párrafo aparte merece Carlos Sául Menem. Durante su primera presidencia y coincidiendo con el pico de su popularidad practicó casi todos los deportes: fútbol, tenis, básquet, automovilismo y su máxima pasión: el golf. Vale aclarar que no se destaco en ninguno, pero continuo con la tradición del peronismo y su relación con el deporte. Tradición que sigue hasta el día de hoy con políticas deportivas como Fútbol para Todos.

 

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